Azuel

El entorno de la población se conforma como un pequeño ruedo de pequeñas huertas y parcelas de explotación agraria.

La parte más elevada de Azuel, fuera ya del núcleo urbano, la preside el Mirador de los Tomillos conocido así por la abundancia en el entorno de cantueso y almoraduz. Curiosamente las últimas viviendas en la parte superior mantienen además de las paredes en mampuesto de piedra un tapial añadido de tierra compactada con una clara influencia de la fisonomía de casa manchega. Esta posición fronteriza le ha dado el sobrenombre a la aldea de Azuel de “La Puerta de Andalucía”.

 

Historia

Se trata de una de las localidades más antiguas de toda la comarca de los Pedroches. El resto más antiguo es un trozo de vasija del neolítico que se encuentra en el Museo Arqueológico de Córdoba. Del primer milenio antes de Cristo hay restos de extracción de minerales. Y de la época prerromana destaca el llamado Tesoro de Azuel, formado por vasos, anillos y monedas de plata de origen íbero. Ya de época romana se encuentran restos de explotaciones mineras, tumbas con sus ajuares y restos de una pequeña calzada.

Durante la dominación árabe, la comarca de Los Pedroches perteneció a la Cora o provincia de Fash-Al-Ballut, o Llano de las Bellotas (una provincia islámica donde se asentaron en el siglo XI las tribus bereberes de los Beni-merines que trajeron consigo la raza de ovejas merinas), apareciendo restos árabes en el sitio denominado Castillo de Azuel. Ya en la Baja Edad Media (1397), Enrique III concede a la ciudad de Córdoba doce ventas francas en los caminos que iban hacia Almodóvar del Campo y la actual Ciudad Real, por Adamuz y El Villar, de esta forma y con la exención de cualquier tipo de tributo es como surgen las Ventas de la Chaparrera, San Antonio, El Puerto, La Fresnedilla, El Charco, El Cerezo, Azuel y Cardeña.