Aldea de El Cerezo

La Aldea de El Cerezo, constituye una oferta ecoturística, natural y cultural dentro del Parque Natural de La Sierra de Cardeña y Montoro.

El Cerezo es una pequeña aldea que, en su origen, estaba habitada por un centenar de vecinos dedicados al pastoreo. Sus casas de piedra en medio de la dehesa, junto al río Yeguas, nos lleva a imaginar el pasado y disfrutar del complejo que actualmente se ha recuperado para el turismo rural.

Para ello se han rehabilitado las casas y se han construido edificaciones similares respetando su tradicional imagen. El complejo albergará un restaurante, un centro polivalente para uso cultural, empresarial, lúdico, etc., además de una piscina, barbacoa común, depósito mirador, área de aparcamiento y demás instalaciones para el disfrute del viajero.
Un enclave privilegiado que se puede conocer a través de rutas a pie, a caballo o en bicicleta y que ofrece a los amantes de la naturaleza disfrutar de las distintas temáticas propias de la zona y de cada época del año.

Historia

La génesis de la Aldea de El Cerezo es similar y coetánea a la de Cardeña, Azuel y Venta del Charco, viviéndose procesos análogos de desarrollo histórico, económico y social en los cuatro núcleos de población. Así, los primeros aborígenes del territorio lo poblaron para extraer de sus entrañas sus tesoros metalúrgicos; después sus más recientes moradores – materos, pastores, jornaleros –, venidos a raíz de la Desamortización Civil de 1855, supieron arrancar una alta rentabilidad a un suelo pobre, denominados saliegas, y a unas condiciones geoclimáticas desfavorables, conjugando de forma armónica aprovechamientos agrícolas, ganaderos, forestales y cinegéticos, amén de otra serie de actividades económicas más recientes que se relacionan con el turismo rural y la educación ambiental.
Esta venta posteriormente se convirtió en el núcleo de casas de piedra que constituyó la aldea de pastores.

Las casas fueron construidas alrededor de una pequeña plazoleta, con el granito propio de Los Pedroches y formaban una pequeña población que llegó a tener su propia escuela para los niños de la aldea y de los cortijos cercanos. Durante décadas esta pequeña comunidad combinó el cuidado del ganado de las explotaciones de alrededor con los años, a mediados del siglo XX, en que estuvieron abiertas las minas de uranio del entorno.
La existencia de agua en cantidad suficiente explica la aparición de pequeñas huertas familiares que unidas a la caza y a la cría de algún cerdo ibérico, dado el buen número de encinas de la zona, y junto a los paupérrimos jornales, constituían la base de la economía familiar.
El cierre de las minas y la migración rural hacia las grandes ciudades, hizo que la Aldea de El Cerezo se quedara prácticamente despoblada en los años 70.

A partir de aquí, para no dejar en el olvido la historia de El Cerezo y aprovechar su privilegiado enclave en pleno Parque Natural de la Sierra de Cardeña y Montoro, la aldea se recuperó para el Turismo Rural.